El hogar de las segundas oportunidades

Si hay algunas palabras que puedan definir este proyecto, esas serían luminosidad y alegría, pero también calidez y comodidad. Nuestra clienta no sabía qué hacer con su vivienda: si venderla, o bien darle una segunda oportunidad y que fuese su vivienda habitual.

Basado en esos conceptos, hemos creado un proyecto con una paleta de color con fondo neutro y tonos pasteles y azules que predominan en todas sus estancias. Además, lo hemos complementado con materiales como polipiel o madera, y accesorios decorativos que le dan ese punto de actualidad y elegancia.

Este efecto de “sentirse como en casa”, lo aporta especialmente el salón-comedor: una de las estancias que más se disfrutan de un hogar. Muebles funcionales con un toque madera en tonos roble o fresno, cuya calidez contrasta con la luminosidad de las paredes blancas.

El dormitorio es otro de los espacios con un extra de confortabilidad mediante tejidos agradables, suaves y cálidos. Destacan elementos de decoración como cuadros, cojines y cortinas, cuyo uso armonizan aún más la estancia. ¿Quién no querría dormir en un dormitorio como este?

Y por último, la terraza cubierta: ese lugar de desconexión absoluta donde respirar aire fresco mientras lees un buen libro con una taza de café, o en compañía de familia y amigos. Un espacio muy versátil cuyo mobiliario neutro contrasta con la gama de colores utilizada en todo el proyecto. No pueden faltar las plantas, como toque natural que aporta frescura.

Todo este conjunto hizo que nuestra clienta sientiese el “efecto wow” al ver por primera vez su nuevo hogar. ¡Sin duda, nuestro momento favorito!

Esta fue la reacción de nuestra clienta al ver su nuevo hogar